Los actividades primarias de un almacén son mover y guardar. Las actividades básicas son recibir, almacenar, preparar y expedir. En ambas actividades, el principio de actuación que debe regir la gestión de un almacén ‘lean’ es el de ‘touch-once’, el ‘one-piece-flow’ industrial adaptado a los almacenes. Es decir, cuanto menos toquemos los materiales, cuanto menos los movamos, mucho mejor, en cuanto a que seremos más eficientes en nuestra gestión.
¿Qué herramientas o conceptos ‘lean’ nos pueden ayudar?
- Las ‘5S’: herramienta básica de organización, uno de los pilares de un almacén. No podemos estar acumulando determinados materiales ajenos a la actividad diaria, como lo pueden ser, a modo de ejemplo, los materiales obsoletos (si lo son, que desaparezcan) o los materiales ajenos al almacén (como por ejemplo, los archivos documentales). Debemos conferir al almacén de transparencia de acción y visibilidad (a mayor espacio, mayor gestión visual) en las operaciones logísticas.
- Creación de flujo: tal como comentamos anteriormente, el ‘touch-once’ debe regir nuestras operaciones en almacén, por lo que el nivel de inventario a soportar debe estar muy bien medido, para evitar sobrecargas en el mismo.
- Nivelación de las tareas de almacén: establecer ventanas horarias internas, para una mejor aplicación de los recursos disponibles, preparados con la máxima flexibilidad operativa. El equipo se mueve física y temporalmente, en función de la frecuencia de la demanda. Debemos trabajar en ‘pull’, con unidades de embalaje lo más adaptadas posible al patrón de demanda
- Optimización del lay-out y de la volumetría del almacén, priorizando los diferentes materiales a gestionar, en función de su volumen físico (atención a sus peculiaridades físicas) y de su frecuencia de uso. El objetivo del 85% de saturación debería ser primordial, para no entrar en el colapso de las operaciones. La herramienta ‘dominó’ es una muy buena herramienta para establecer una ocupación del almacén de manera sencilla y visual.
Fuente: ActioGlobal Team