La logística de almacenamiento es una función que va mucho más allá de la labor de acopio en un almacén. Detrás de ella hay un minucioso estudio de las características y condiciones de cada producto.
Clasificación de almacenes.
Almacén de materias primas: Son aquellos productos que forman parte del nivel primario de las cadenas de producción, es decir, materiales que no han sido empleados antes en ningún otro proceso productivo.
Almacén de productos intermedios: Son todos aquellos que han sufrido modificaciones o usos anteriores y aún se encuentran en una etapa media de la producción y sirven como enlace entre los niveles iniciales y los posteriores.
Almacén de accesorios: Son productos que complementan la producción o sirven de material auxiliar.
Almacén de productos terminados: Es el más complejo, las condiciones no son iguales en todos los casos, son las características de cada producto las que nos ayudan a definir en qué condiciones y ciclos deben almacenarse, qué cantidad de luz, la temperatura, entre otras.
Almacén de refacciones o postventa: Son los artículos destinados a corregir o reparar las unidades que ya están en manos de los consumidores, y por ello corresponden a la etapa de postventa.